martes, 6 de mayo de 2014

CUARTO Estética

El termino estética, del griego aisthetike que significa percepción o sensación, significad en filosofía, por un lado la rama que estudia la esencia y la percepción de la belleza y por otro lado, el campo de la teoría del arte. Veámoslo de la siguiente manera, si la ética tiene por problemática principal aquello que es bueno, la estética se preocupara por lo bello. Algo de similar que tienen ambas ramas de la filosofía, es que ambas tratan con juicios valorativos. Un juicio descriptivo no hace más que decirnos lo que una cosa es objetivamente. Por ejemplo; el cuadrado es azul y tiene cuatro lados, el martes viene después del lunes, esa chaqueta es de cuero. Un juicio valorativo en lugar de describir características de un acto o de una cosa, describirá sus valores, aquello que pone en juego en el mundo. Esa chaqueta es bonita, dibujar cuadrados azules que han sido prohibidos por el gobierno de las sombras es malo pues es malo desobedecer las reglas. De momento no discutiremos si los valores descansan en la realidad objetiva como una propiedad del objeto o en la percepción del sujeto que lo juzga, pero vale remarcar que este es uno de los problemas sobre los cuales se reflexiona en la estética.

Ética y estética

Entre los valores éticos podemos contar el altruismo, el egoísmo, la generosidad, la caridad, el bien, el mal, la crueldad.
Entre los valores estéticos podemos contar lo trágico, lo cómico, lo bello, lo sutil, lo gracioso, lo grotesco, lo aborrecible, lo desfigurado, lo sublime, lo deleitable.
Aquí resulta útil recordar la diferencia que asignaba Kant entre ética y estética. Al valorar algo éticamente realizamos un juicio práctico en la medida en que tal juicio guía nuestras acciones, actuamos dirigidos hacia el bien y evitando o previniendo el mal. Al valorar estéticamente realizamos juicios contemplativos, estos no dirigen nuestras acciones tanto como constatar el estado o ánimo de nuestra conciencia al momento de contemplar, sea algo bello, algo feo o algo sublime.

Recordemos que si bien hay una diferencia entre juicios éticos y estéticos, a veces se predican de la misma cosa. Por ejemplo un cuarto donde ha sucedido una matanza pudiera parecernos éticamente reprobables, y quizás por esa misma razón se nos aparecería como una escena grotesca y nauseabunda. Por el otro lado podemos pensar en que a veces elogiamos actos de bondad diciendo de ellos que son bellos.

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