lunes, 5 de mayo de 2014

CUARTO Falacias

Falacias

Una falacia es un argumento que parece valido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se pueden cometer por equivocación, descuido o ignorancia.
Vale tener en mente que incluso si un argumento es falaz, esto no implica que sus premisas o su conclusión sean falsas. Por ejemplo.
El presidente es un hombre muy respetable (verdadero)
Las frutas son buenas para la salud (verdadero)
Si digo que las frutas son buenas para la salud, porque el presidente lo dice, y el presidente es un hombre muy respetable, entonces lo que nos ha dicho sobre las frutas tiene que ser verdad.
En este caso cometemos una falacia ad Verecundiam, que apela a la autoridad o al buen honor de una persona. Sin embargo las frutas no son saludables porque el presidente que nos dice que lo son sea una persona honorable.
Lo que hace falaz a un argumento es la invalidez del argumento en sí. De hecho, creer que una proposición es falsa solo porque el argumento que la contiene es falaz, es una falacia conocida como ad logicam o apelando a la lógica.
En este caso cometería una falacia al creer que las frutas no son saludables, solo porque el argumento que me han presentado, en este caso, que sean saludables porque el presidente honorable lo dice, es falaz.
Recordemos que la lógica trata con la validez de los argumentos, no con su veracidad. Que las premisas y la conclusión de un argumento sean verdaderos o falsos, son variables sobre las cuales podemos especular en un cuadro de verdad.

A continuación un listado de falacias formales e informales.

Falacias informales

Ad Verecundiam
Apela a la autoridad o el buen honor
Consiste en basar la veracidad o falsedad de un juicio en la autoridad, fama, prestigio, conocimiento o posición de la persona que la realiza. Es falaz porque la veracidad o falsedad de un argumento no descansa, en última instancia, en la persona que la realiza, sino en las pruebas o argumentos que se presenten.
Recordemos que apelar a la autoridad no siempre es falaz, pues vale fiarnos de los argumentos presentados por un experto en su tema.
Las frutas son buenas para la saludo porque el presidente honesto lo dice es falaz
Las frutas son buenas porque los investigadores que han hecho estudios sobre las frutas, no es falaz.
En ambos casos apelamos a la autoridad,  y en ambos casos que las frutas sean buenas para la salud es verdad, pero solo en uno de los casos tiene sentido apelar a la autoridad.

Ad Hominem
Se apela al mal honor de quien argumenta
Consiste en replicar al argumento atacando, no sus razones, sino a la persona que lo realiza.
Por ejemplo: No puedo creer en tu testimonio de que este hombre es inocente, porque tú también eres un criminal.

Ad Logicam
Apela a la lógica
Ya está explicada, consiste en deducir la falsedad de alguna premisa solo porque se encuentra dentro de un argumento falaz.
Ejemplo: La mar es salada porque el niño dios llora lágrimas de cocodrilo.
Es falaz e incorrecto el argumento que nos da la razón de que la mar sea salada, sin embargo esta salada. La falacia ad logicam sería la siguiente:
Ya que tu razón para que la mar sea salada es falaz e invalida, la mar no está salada.
Esto nos recuerda que solo porque un argumento sea falaz, no implica que sus premisas sean falsas necesariamente. Falacias son argumentos inválidos, no falsos.

Ad Populum
Apela a la opinión popular
Un argumento falaz que concluye que una proposición debe ser verdadera porque muchas personas lo creen así, Similar a ad nauseam o ad antiquitatem.
Por ejemplo en ética seria falaz usar el argumento de que solo porque muchas personas encuentren aceptable la pena de muerte, entonces es aceptable.

Ad Nauseam
Apela a la repetición
Esta falacia se dirige a las emociones en el que las personas creen que es más posible que una afirmación sea cierta mientras más veces se ha repetido. Emplea repetición hasta el hastió o la náusea para convencer.
Ejemplo
-Tengo la razón
-No
-Tengo la razón
-No
-Pero tengo la razón (Continua así varias horas)…
-Tengo la razón
-Bueno ya… vale, tienes la razón.

Ad Antiquitatem
Apela a la antigüedad
Consiste en basar la veracidad o falsedad de un juicio en que este ha sido tradicionalmente considerado correcto o incorrecto durante mucho tiempo.
Por ejemplo, hay que cortar un árbol del bosque para navidad porque siempre se ha hecho así. Es un sinsentido comprar uno de plástico.
Ese puede ser un argumento falaz que no ayuda al problema de la deforestación.

Ad Misericordiam
Apela a la misericordia
Trata de hacer descansar la verdad o la falsedad de un argumento, no apelando a la razón, sino a la pena o la misericordia.
Ejemplo: Tienes que creer lo que te estoy diciendo, si no lo haces, sabes que me harán daño.

Ad Baculum
Es un argumento donde la fuerza, coacción o amenaza de fuerza es dada como justificación para una conclusión.
Ejemplo: Iraq tiene armas de destrucción masiva, como esto puede provocar una guerra muy peligrosa, debe ser verdad, y por lo tanto, es necesario que la OTAN intervenga.

Post Hoc ergo Propter Hoc
Después del hecho por lo tanto, a causa del hecho
Falacia que consiste en atribuir causalidad, ahí donde solo hay una secuencia de eventos.
Por ejemplo: La productividad mejoro después de despedir a las mujeres, así que despedir a las mujeres causa un incremento en productividad. Es falaz asegurar esto tan apresuradamente, en el ejemplo puede que haya una correlación entre los dos hechos, pero correlación no implica necesariamente causalidad.

Hombre de Paja
Al igual que los hombres de paja eran blancos fáciles para entrenar a los soldados, en lugar de enfrentarlos a oponentes de verdad, se puede hacer lo mismo con argumentos.
En lugar de debatir el argumento original de otra persona, se crea un monigote o un hombre de paja, un argumento parecido al de nuestro oponente, pero mucho más fácil de derrotar.
Por ejemplo. A dice que es peligroso que los niños jueguen en los parques porque  hay individuos peligrosos que les pueden hacer daño. B en lugar de rebatir esto, crea el argumento de que A está diciendo de que a los niños no se les debiera permitir salir de su casa nunca. Ha llevado el argumento de A a una conclusión extrema que A nunca quiso defender, pero si el público se lo cree, derrotara en el debate a A al hacer creer al público que defiende el argumento fabricado. Es más fácil vencer la opinión de que los niños tienen que ser prisioneros que aquella que pide por un mínimo de supervisión.

Ad Concequentiam
Un argumento que concluye que una premisa es verdadera o falsa basándose en si esta conduce a una consecuencia deseable o indeseable
Por ejemplo: Dios debe existir, porque si no lo hiciera, todo el mundo sería libre de hacer lo que le dé la gana sin consecuencias.

Ad Silentio
Consiste en considerar que el silencio de un ponente o interlocutor sobre un asunto X, prueba o sugiere que el ponente es ignorante sobre X o tiene un motivo para mantenerse en silencio respecto a X.
Por ejemplo: Profesor, usted nunca ha hablado acerca de los sapos, así que se da a entender que no sabe nada de ellos.
Una vez más el silencio de alguien con respecto a un asunto nos puede dar causas de sospechar, pero difícilmente es razón suficiente para concluir que no sabe nada al respecto o que tiene algún motivo para callar.

Ad Ignorantiam
Apela a la ignorancia
Consiste en sostener la verdad o falsedad de una afirmación alegando que no existe evidencia o prueba de lo contrario, o bien alegando la incapacidad o la negativa de un oponente a presentar pruebas convincentes de lo contrario.
Un ejemplo común es argumentar la existencia de Dios porque no se han dado pruebas definitivas de que no exista.

Ambigüedad o Amfibolia
Podemos entenderlo también como descontextualización
Cuando en un argumento se toma una frase entera en otro sentido de lo intencionado. Por ejemplo, en un dialogo entre un pacifista y un guerrero, el primero dice “Ningún principio puede justificar la muerte de un solo hombre” Y contesta el guerrero: “Verdad, ningún principio, ni el principio de la no violencia puede justificar la muerte de un solo hombre, Por eso lucho para que ya no mueran personas por violencia”

Generalización Apresurada
Falacia de Inducción
Consiste en argumentar una ley general basándonos en un solo hecho.
Por ejemplo: La otra vez que tomaste hiciste un relajo en la sala, así que ya no te voy a dejar tomar, porque siempre que tomas haces un relajo.
Un caso solo difícilmente nos permite aseverar que algo va a pasar siempre, es el comienzo para acumular evidencia de una ley general, pero no podemos saltar de un incidente particular a un juicio universal.

Falacias formales

Afirmación del Consecuente
Razonamiento que partiendo de un condicional P entonces Q
Podemos entenderlo como la confusión entre implicación y equivalencia.
Solo en la equivalencia, siempre que sucede P, también sucede Q, entonces, siempre que sucede Q, también sucederá P. En la equivalencia va de ambos lados, pero en la implicación solo de uno, creer que va de ambos lados constituye en error inverso.
Por ejemplo
Si está nevando, entonces hace frio. Este es un argumento valido
Afirmo que hace frio. También valido
De las dos premisas anteriores entonces concluyo que está nevando. Invalido
Invalido porque hay muchas otras ocasiones en las cuales puede hacer frio sin nevar.

Negación del Antecedente
Es una falacia formal que se comete al razonar de la siguiente manera al argumentar.
Si A, entonces B. Valido
No A, Valido
Por lo tanto, no B, Inválido
O en un ejemplo más concreto
Cuando como carne, soy feliz.
No como carne
Por lo tanto, no soy feliz.
Una vez más, solo sucedería esto en la equivalencia, no en la simple implicación.
En la equivalencia si se pudiera decir:
Si sale el sol, es de día
No sale el sol
Por lo tanto no es de día

Esto es porque si y solo si sale el sol es de día.  Nadie dirá que si come carne, y solo cuando y si come carne, es feliz. 

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